Las fábricas inteligentes utilizan PLC (Controlador Lógico Programable) para monitorear el entorno de trabajo así como para controlar la automatización de la fabricación. En el corazón de esto hay microcontroladores que funcionan con códigos de sistemas operativos, y proporciona HMI (Interfaz Hombre-Máquina) para supervisar el proceso. Hay diferentes comunicaciones desde cables hasta conexiones inalámbricas para monitorear parámetros ambientales severos, por ejemplo, temperatura, humedad y vibración que son señales generadas por sensores, después de eso el PLC también se programa para activar actuadores en tiempo real como interruptores, frenos o motores.
Debido a su complejidad y flexibilidad del sistema, hay varios hosts, nodos y unidades funcionales descendentes como herramientas, robots o líneas de transporte que necesitan robustas, seguras y compatibles con interferencias fuentes de voltaje o suministros de energía - desde la entrada de energía AC hasta diversos reguladores de voltaje, tanto aislados como no aislados. Para ese propósito, los componentes aplicados en la industria deben ser más robustos, soportando sobrecorrientes especialmente cuando el circuito está en cortocircuito, soportando temperaturas de operación más amplias pero también siendo eficientes en energía al mismo tiempo.
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